Ludovica Carbotta
Falsetto
Septiembre - octubre, 2017
En Falsetto, la primera muestra individual de Ludovica Carbotta en la Galería Marta Cervera, el espacio expositivo se transforma en un laboratorio heterotópico. La propia nomenclatura de las obras (tnt-001, twr- 001, brdg-001, wll-001, rch-001) nos remite a pruebas seriadas. Se presentan cinco prototipos de construcciones que reconocemos: una cabaña, una torre, un puente, una pared y un arco, cada uno de ellos elaborado en un material distinto como madera, cemento, goma de silicona, esponja, espuma... La forma, la estética de las estructuras y los colores neutros recuerdan a imágenes de paisajes urbanos post-apocalípticos, algo que puede relacionarse también con la idea de desastre/destrucción y la oportunidad creativa que brinda esta situación. El potencial existente al crear nuevos ambientes, las múltiples maneras de reinventar arquitecturas, el papel crucial que juega ahí la imaginación y el placer de la invención son cuestiones que se exploran y experimentan en este laboratorio, donde se han reproducido lo que podemos imaginar como últimas arquitecturas.
Falsetto (falsete) es un término que define una manera de cantar, particularmente por tenores, para conseguir agudos. En general, esta técnica consiste en alcanzar notas tan lejos del registro normal del cantante que suenan falsas. Carbotta se cruzó con la palabra Falsetto en su investigación sobre búnkeres y otras construcciones de aislamiento llevadas a cabo durante la guerra fría. En estos años, Reino Unido había desarrollado un sistema de emisión de mensajes para períodos de guerra llamado WTBS (Wartime Broadcasting System), a través del cual, mensajes pregrabados se emitirían por radio en caso de un ataque nuclear. Una de las palabras clave elegidas por el gobierno británico para autorizar la emisión de una advertencia nacional fue falsetto. Los mensajes eran, al fin y al cabo, falsos ya que no estaban siendo emitidos en directo, pero intentaban recrear una emisión en tiempo real para transmitir mayor tranquilidad a la población. El laboratorio es un entorno ficticio y hasta cierto punto también falso, en tanto que las maquetas son representaciones de una realidad a la que no tenemos acceso. Cuando circulamos por el espacio expositivo nos cuesta distinguir cuáles son los elementos que pertenecen a la arquitectura de la galería, y cuáles a la instalación; ambos espacios se han afectado entre sí y es difícil saber la pertenencia de cada uno. Las maquetas y la propia arquitectura de la galería se han mezclado construyendo un nuevo ambiente, un laboratorio que genera fuerza creativa a través de la adaptación. Por ejemplo, en tnt-001 se hallan referencias claras al ornamento de las baldosas hidráulicas del suelo de la galería. Por otro lado, Falsetto activa aquí también un estado de emergencia, creado para situaciones de aislamiento, en el que la arquitectura emite mensajes para intentar comunicarse con personas.
Falsetto, el laboratorio ficticio ideado por Ludovica Carbotta, conforma un nuevo contexto ficticio en un espacio real; un lugar desde el que operar con la imaginación para construir significado. La cuestión del tiempo queda al margen, dando prioridad a la exploración del espacio, de los ambientes. Inestables e impredecibles estos entornos crean un terreno desde donde explorar el potencial del encuentro por azar, el poder de lo imprevisto.
Gema Melgar
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Ludovica Cabotta
Falsetto
September - October, 2017
In Falsetto, Ludovica Carbotta’s first solo show in Galería Marta Cervera, the exhibition space transforms into a heterotopic laboratory. The nomenclature of the works itself (tnt-001, twr-001, brdg-001, rch-001) refers us of serial test samples. We are presented five prototypes of recognizable structures: a cabin, a tower, a bridge, a wall and an arch, each built in a different material such as wood, cement, silicon rubber, sponge or foam. The shape, the structures’ aesthetic and the neutral colors bring to mind post-apocalyptic urban landscapes, which can be associated with the notion of disaster/deconstruction and the creative opportunities that arise out of such scenarios. The existing potential when it comes to creating new environments, the manifold ways of reinventing architectures and the crucial role of the imagination in that process of creation are all issues that are being explored and experimented with in this laboratory, where something we can think of as “final architectures” have been produced.
Falsetto is a term for a singing method that singers – tenors in particular – employ to reach high notes. In general, the technique consists on singing notes so far off the singer’s usual range that they sound artificial. Carbotta encountered the word falsetto in her research on bunkers and other insulation structures built during the Cold War. During this time, the United Kingdom developed a broadcasting system for times of war called WTBS (Wartime Broadcasting System), through which prerecorded messages would be broadcasted via radio in case of a nuclear attack. One of the passwords that the British government chose to authorize the broadcast of a national warning was falsetto. The messages were, after all, fake, since they were not being broadcasted live, but they tried to emulate a broadcast in real time in order to transmit an increased feeling of tranquility to the people. This laboratory is a fictitious environment and, to a certain extent, it is also fake, so far as the architectural models are representations of a reality to which we don’t have access. When we walk around the exhibition space, it is difficult to distinguish which elements belong to the gallery’s structure and which ones to the installation; both spaces have affected each other, and it’s hard to know where each belongs. The architectural models and the gallery’s architecture have blended, shaping a new environment, a laboratory that generates creative force through adaptation. For instance, in the work tnt-001 we can find clear references to the decoration of the gallery floor’s hydraulic tiles. On the other hand, Falsetto also activates a state of emergency here – one conceived for scenarios of isolation, in which the architecture transmits messages to try to communicate with people.
Falsetto, the fictitious laboratory that Ludovica Carbotta has fabricated, integrates a new fictitious context in a real space; a place from which to operate with the imagination to build meaning. Time stays in the margins, as the exhibition prioritizes the exploration of spaces and environments. Unstable and unpredictable, these environments conform a ground from which to delve into the potential of the chance encounter, or the power of the unforeseen.
Gema Melgar